La obsidiana es una piedra que nos impulsa a crecer dándonos apoyo pero se ha de manejar con sumo cuidado y mejor bajo la tutela de un terapeuta cualificado. Provee una profunda curación del alma.
Es una piedra muy protectora que forma un escudo en contra de la negatividad, absorbiendo las energías negativas del entorno.
Espiritualmente vitaliza el alma y elimina los bloqueos energéticos y posibles tensiones. Estimula el crecimiento a todos los niveles, animando a explorar lo desconocido. A nivel psicológico, te ayuda a saber quien realmente eres.
Es una piedra muy poderosa y muy creativa. Su uso aumenta el autocontrol y obliga a afrontar el auténtico yo. Es muy protectora, repele la negatividad y dispersa los pensamientos poco amorosos.
En la sanación, si se coloca en el ombligo, asienta la energía espiritual en el cuerpo y, sobre el tercer ojo deshace barreras mentales.